Testigos del ingenio y la tradición
Los molinos de Odollo son un testimonio vivo del ingenio y la tradición que ha caracterizado a esta región durante siglos. Estos molinos, esenciales para la vida rural, se basan en el molino de rodezno o rodete, un tipo de molino de rueda horizontal que fue común en prácticamente todos los países del Mediterráneo.
El funcionamiento de los molinos de rodezno
Los molinos de rodezno funcionan gracias a la fuerza del agua, que es canalizada hacia el molino a través de una acequia o canal. Esta estructura dirige el agua hacia un pozo o cubo, donde se acumula para luego ser liberada con fuerza a través de una bóveda o cárcavo. Al salir del cárcavo, el agua hace girar la rueda horizontal (el rodezno), la cual, a su vez, mueve las muelas del molino para triturar el grano. Antes de la acequia, suele haber una alberca, azud o pesquera, cuya función es retener el agua para garantizar un flujo continuo hacia el molino.
Un aspecto innovador en la conservación y eficiencia de estos molinos fue la introducción de las muelas francesas, fabricadas con sílex traído desde Francia. Estas muelas, que podían pesar entre 900 y 1550 kilogramos, eran mucho más eficaces y duraderas que las piedras blancas locales, logrando una molienda más fina y de mejor calidad.
Los molinos comunales de Odollo
Una característica notable de los molinos en Odollo es su carácter comunal. Estos molinos no pertenecían a un único propietario, sino que eran compartidos por la comunidad, lo que reflejaba una forma de vida en la que los recursos eran gestionados colectivamente para el beneficio de todos. Los molinos comunales permitían a los vecinos del pueblo acceder a la molienda de sus granos, una actividad esencial para la subsistencia diaria.
Los molinos en el paisaje de Odollo
En Odollo, se pueden encontrar varios molinos, cada uno con su historia y su ubicación particular. Entre ellos destacan:
- Tres en el rio cabrera: El de la Puente (restaurado) el de la Mourana y el de Bárcena.
- El resto, situados en el valle de la sierra se encuentran en estado de deterioro y abandono. Destacable el del pisón.
Estos molinos no solo son máquinas para moler grano, sino también monumentos que narran la historia del trabajo comunitario, la innovación tecnológica y la adaptación al entorno natural. Visitar los molinos de Odollo es, por tanto, un viaje al pasado, donde se puede apreciar la simbiosis entre la ingeniería tradicional y el paisaje natural de la Cabrera.
